Primera vuelta en Colombia: campaña sucia y polarización Santos-Zuluaga

A pocos días de los comicios presidenciales en Colombia, decidimos aprovechar la reunión mensual del mes de mayo para analizar las perspectivas de esta importante elección. Serán el domingo 25 de Mayo y habrá 5 postulantes: Juan Manuel Santos, Oscar Iván Zuluaga, Enrique Peñalosa, Marta Lucia Ramírez y Clara López.

Juan Manuel Santos busca su reelección con la coalición Unidad Nacional. El Presidente apostó su capital político a una negociación de paz con las FARC y la ha convertido en el epicentro de su campaña. Le ha costado trabajo revertir las tendencias en las encuestas que lo muestran con poco respaldo popular, a lo que se suma el escepticismo de una parte de la opinión pública frente a los diálogos con la guerrilla (según los últimos sondeos el 63% de los colombianos no cree que lleguen a buen puerto). También ha enfocado su campaña en los logros del gobierno en materia de vivienda, y se comprometió a hacer 1 millón de viviendas sociales si logra su reelección.

Óscar Iván Zuluaga, del partido Centro Democrático, es el delfín del ex Presidente Uribe, de quien fuera su Ministro de Hacienda. También es el candidato que más logró subir en las encuestas entre Abril y Mayo, lo que puede responder al éxito de su partido en las elecciones legislativas de Marzo (se convirtió en la segunda fuerza en el Congreso y Uribe logró una banca como Senador). Zuluaga busca recuperar los logros del ex Presidente en materia de seguridad e inversión. Critica el proceso de paz (es el único de los 5 candidatos que lo suspendería en caso de llegar a la presidencia), propone no ratificar el fallo de La Haya sobre San Andrés, enuncia la expulsión del castro-chavismo del país, y propone modernizar el campo, aliviando las deudas de los campesinos.

Enrique Peñalosa se postula por el Partido Verde. El ex Alcalde de Bogotá hizo su reaparición y creció en las encuestas entre Marzo y Abril. Basó su campaña en un llamado a participar en su movimiento ciudadano desde cualquier posición ideológica. Enmarcó su candidatura bajo la idea de inclusión, por ejemplo proponiendo la creación del Ministerio del Bienestar Campesino. En seguridad, propone crear un sistema de “seguridad ciudadana” para las grandes ciudades, y en educación, prometió que elegiría un compañero de fórmula presidencial con expertise que pueda hacerse cargo del tema.

Marta Lucía Ramírez es la candidata del Partido Conservador. La postulación de la ex Ministra de Defensa y ex Senadora significa la voluntad de su partido de tener un candidato propio, tras alinearse con Santos y Uribe en las últimas tres elecciones presidenciales. El grueso de sus propuestas está enfocado en proteger la institucionalidad, rechazar la impunidad y luchar contra la corrupción. También pone énfasis en la educación como herramienta para el emprendimiento empresarial.

Clara López Obregón, del Polo Democrático, encarna el intento de unir y revivir a la izquierda, golpeada por las destituciones de los 2 últimos alcaldes de Bogotá, Samuel Moreno y Gustavo Petro (ahora restituido en su cargo tras un fallo de la CIDH). Presenta una propuesta enfocada en la paz, la democracia y la justicia social. Propone desmantelar los TLC y los acuerdos de inversiones, a los que considera violatorios de la soberanía.

El principal rasgo del último tramo de la campaña es la creciente polarización entre el candidato-Presidente Juan Manuel Santos y el candidato “uribista” Óscar Iván Zuluaga. Asimismo, sobresale la irrupción del proceso de paz con las FARC como eje central de las discusiones entre los aspirantes, ya que además de tratarse de una de las preocupaciones centrales de la población colombiana, el último fin de semana se anunció un acuerdo en La Habana sobre la cuestión de las drogas. Así, 3 de los 6 temas de los diálogos de paz estarían acordados, a lo que se sumó la decisión del ELN y las FARC de promover un cese al fuego unilateral durante la semana de las elecciones presidenciales.

Las últimas encuestas (Datexco, Gallup, Cifras, Ipsos) coinciden en que ninguno de los candidatos lograría imponerse en primera vuelta y la elección se definiría en el ballotage del 15 de Junio. Los sondeos también revelan -con matices- un empate técnico entre Santos y Zuluaga, con el primero estancado en su nivel de intención de voto y el segundo experimentando un notable aumento en las últimas semanas. El resto de los candidatos (Peñalosa, López y Ramírez) estarían rezagados en la competencia por un lugar en la segunda vuelta, aunque un todavía alto porcentaje de indecisos (entre 15% y 22% según las diferentes encuestas) podría ser fuente de sorpresas.

En las dos semanas previas a la elección, se intensificó la “campaña sucia”, con furiosos ataques y acusaciones cruzadas entre los aspirantes. Ante la falta de propuestas, el debate político ha girado en torno a una serie de escándalos, principalmente entre los dos favoritos, tras las revelaciones que implican a miembros de la campaña de Santos con narcotraficantes y de Zuluaga en violaciones a la seguridad nacional.

En el caso del Presidente, el diario El Espectador reveló que Jorge Rendón, un venezolano que trabaja como asesor de imagen en la campaña de Santos, habría recibido 12 millones de dólares con el fin de facilitar una negociación jurídica con cuatro ex narcotraficantes. Rendón se vio obligar a renunciar, lo que podría tener un efecto perjudicial en la campaña del mandatario. Algunos días más tarde, la revista Semana dio a conocer una cámara oculta donde se ve a quien sería Zuluaga conversando con un hacker (cuyas oficinas fueron allanadas por una fiscalía por violaciones de seguridad informática), quien habría trabajada para el candidato uribista filtrando información sobre la campaña de su contendiente y para entorpecer los diálogos de paz con las FARC.

A pocos días de la elección, la única certeza parece ser que habrá que esperar hasta el 15 de Junio para conocer el ocupante de la Casa Nariño hasta 2018. La relevancia de estos comicios trasciende la realidad colombiana. Representan un acontecimiento clave para el futuro de América Latina (en particular por los desdoblamientos regionales del proceso de paz y por el creciente protagonismo colombiano como articulador regional) y se vuelve imprescindible monitorear atentamente lo que sucede en Colombia en las próximas semanas.

Deja un comentario